Maldito Otoño

Hace muchos días que no escribo nada en el blog, nada que no sean mensajes ocultos, descriptivas e intencionadas letras de canciones o vídeos EMO.
Suele ocurrir por estas fechas, en que el otoño se apodera no solo de los corazones sino también de las rutinas, que la gente decae, el mundo decae. Porque vuelve la lluvia, y los días grises...Parece mentira como nuestro estado de animo se deja influir tanto por el clima.
Yo soy una de esas personas, viviendo en su mundo de colores. Y mira que me gustan las tormentas, y un poco de frío (con mas ropa se tapan mejor las lorcillas), pero los días grises me ponen triste, bienvenida melancolía.

Como si no me resultase ya terriblemente difícil conciliar el sueño, nuevos pensamientos inundan mi mente, no hay descanso, no hay relax. Esta noche debería haber tormenta, ni frío ni tristeza, solo rayos y truenos.¿Que pasa? ¿Así quieres castigarnos? ¿Te llevas las vacaciones, el calor y la alegría y ahora también quieres llevarte mis sueños? ¡Ja! Maldita sea...
Esta será una noche larga, y mañana será un día duro, por tu culpa maldito Otoño.

Llega el Otoño y se empieza a poner un ambiente triste, cuando en tan poco tiempo se te van tantas cosas que querías, cuando cada hoja que cae es otra lágrima perdida.

Bienvenido otoño y con él mi abrigo favorito.
Bienvenido otoño y con él los miles de recuerdos que tengo de este tiempo frío y gris.
Bienvenido otoño por poder esperarte bajo la lluvia.
Bienvenido otoño por hacerme gozar de mirar el fuego.
Bienvenido otoño por poder oler la tierra mojada.
Bienvenido otoño por recordarme que aun falta mucho para que vuelva el verano, y por tanto, me vuelva mas vieja.
Bienvenido otoño por suavizar mi mirada con la brisa, y hacerla menos dura cuando te recuerdo.
Bienvenido otoño por hacer del café de la mañana un beso caliente.
Bienvenido otoño por hacer de Octubre el mes mas cruel.
Bienvenido otoño por darme la oportunidad de hablar.
Bienvenido otoño por hacer las noche mas largas y darme mas tiempo para soñar.

Bienvenido otoño por hacer que todo comience con un destello de miradas convergentes.